miércoles, 18 de septiembre de 2013

...últimos sonetos



LA VOZ DE DIOS

Apuesto a que este estado de zozobra
en el que el cuerpo pide "tiempo muerto"
puede que sea el devenir incierto
de un hombre que se cae, de Dios la obra.

Apuesto a que mi débito se cobra
el "eterno hacedor" al tocar puerto,
tras este temporal a cielo abierto
que me quita la vida que me sobra.

Soy un barco varado en su deriva,
los restos de un naufragio presentido
al pensar que venía cuando iba.

Cada día me suena, repetido,
su vozarrón brutal desde allá arriba:
sin morir estás muerto por nacido.

                                         PEDRO ATIENZA



 TOCATA Y FUGA

Andrajoso, postrero, ponzoñoso,
por ti bebo la savia de la vida,
sabiendo que la mía está perdida,
que el tiempo me devora muy furioso.

Resisto sus embates temeroso
porque tu ausencia a ello me convida,
pero al punto concluye el viaje de ida
y en la vuelta me muero perezoso.

Yo soy marea baja y tú alta mar.
Allá lejos presiento tu presencia
encrespada de olas y de espuma.

Nunca ya he de alcanzarte para amar.
Te vas y no has venido. Eres la esencia
de una engañosa resta que se suma.

                                          PEDRO ATIENZA

1 comentario:

  1. Sigues siendo, con mucho, el mejor hacedor de sonetos (tan necesarios en la a menudo pútrida poesía del presente) de esta hora penosa que nos asuela.
    Abrazos,
    JL

    ResponderEliminar